¿A Mayor Territorio, Mayor Competitividad?
Enero 20, 2016

Existe el pensamiento de que los países con mayores extensiones de tierra son más competitivos que aquellos con menor tamaño, ¿será verdad?
La competitividad es un factor innato en el hombre como descendiente de los animales, a mayor competitividad mayor posibilidades de supervivencia, desarrollo y liderazgo; aunque hemos evolucionado dicha característica no ha dejado de configurarnos.
Este instinto se ha trasladado al ámbito territorial, haciendo que entre naciones, el factor competitivo sea esencial.
Aquellos que alcanzan un mayor nivel acaparan las industrias, pueden expandirse en mercados internacionales, mejoran su calidad de vida, y conjuntamente adquieren más poder y nombre sobre otras naciones.
¿Incide la Extensión de un País en su Competitividad?
La respuesta correcta es
NO. Si bien, el poseer mayores extensiones de tierra favorece el
crecimiento de cualquier industria, y la mayor disposición de recursos, no es el único determinante, ya que un mayor tamaño también implica otras responsabilidades y retos.
El Foro Económico Mundial realizó el Índice de Competitividad Global, donde midió 144 países del mundo. Los resultados permitieron evidenciar, dentro de su heterogeneidad, que
la extensión del territorio no era un determinante en los resultados, dado que muchos países de menor tamaño alcanzaron resultados semejantes a naciones que les duplicaban en extensión.
Encontramos, por ejemplo, que Singapur con 697Km2 supera en competitividad a Guinea que posee un total de 462.840Km2; o casos contrarios donde Haití con un 27.750Km2 de extensión es superado en tamaño y competitividad por Finlandia (338.145Km2)
Claro que hay países que llevan la ventaja desde hace años y se ha creído erróneamente que se debe a su extensión, como es el caso de Estados Unidos y Canadá.
Más que el tamaño, el factor realmente incidente es
la capacidad administrativa de los recursos y del territorio en busca de un desarrollo sostenible, que realiza el país. Si una nación se centra en la organización, puede poseer pocos recursos (como Japón y Singapur) pero liderar por su fomento empresarial.
Podemos ver la situación contraria, en países como Rusia, Brasil o la India, donde la extensión territorial y riqueza nacional es muy amplia y sus niveles de competitividad son poco elevados.
¿Por qué? Porque, como ya mencionamos,
se requiere de algo más que solo los recursos, se requiere de una buena administración y capacitación. Por problemas con la infraestructura vial, informalidad, mala administración y poco control institucional,
estos países asumen una posición de retraso frente a países más ordenados.
Conclusión
Si la educación, organización, buena institucionalidad e infraestructura se convierten en un tema central y exigente,
cualquier nación, sin importar su tamaño puede obtener una óptima competitividad.
Podemos decir finalmente, que
el verdadero incidente en la competitividad es el buen manejo, transformación y aprovechamiento de los
recursos y capital nacional, bajo una administración idónea que fomente el desarrollo constante de instrumentos para el aprovechamiento de la nación.